Liberar emociones y hacer cambios de entendimiento y percepción mejoran la calidad de vida y más aún si se comienza en la infancia.
Desde el día en que mi sobrina Ángela, a sus 3 años, tras una ronda de EFT me dijo: “Tita, más tipin” pensé: “ Quiero hacer una guía para abrir EFT a los peques”.
Como es tan fácil de usar, desde temprana edad empiezan a usarla incluso por su cuenta. Les resulta divertido. Un juego. Y como no tienen prejuicios ni tantas telarañas como los adultos, la mejoría es rápida y directa.
Es el mejor regalo que puedes hacerle a un niño o una niña. Un regalo que le va a empoderar y beneficiar toda la vida.